Película. “Descuida, yo te Cuido” (I Care a Lot) – J. Blakeson, 2020.


Este fin de semana quería ver “Raya y el Último Dragón”, pero la gente en Disney consideró decente cobrar un montonal de lana por ver esa película. Además de lo que cobran por suscripción, quieren un grandecito extra. Así que mejor me metí a Netflix a ver qué había y me encontré con “Descuida, Yo te Cuido” en la lista de «las más vistas», así que pues aquí se los dejo.

En inglés esta película se llama “Me preocupa mucho” (I Care a Lot). Y la verdad es que a mí también me preocupa, me preocupa MUCHO que esta película exista. Que guiones como éste se produzcan. Que haya personas que la amaron y que la consideran buena, interesante y llena de suspenso. Dios santo… a ver, vamos a ver qué onda con esta película. Que un crítico de cine la haya considerado tan buena que hasta pongan una cita de su texto en el poster de esta evidencia de un escritor despreocupado o perezoso, no sé qué sea peor.

Comúnmente dejo los SPOILERS para más adelante, pero no para esta película, que empieza mal desde el inicio. Entonces cuidado porque aquí hay SPOILERS. Se los digo de una vez para que no digan que no dije. Bueno, a ver… la película se trata de Marla Grayson, una mujer que se encarga de ser cuidadora de adultos mayores desamparados. Cuando una persona llega a una edad a la que ya no puede cuidarse sola y no tiene familiares que vean por ella, cae en el cuidado de Marla, que les consigue asilo y ve por que todas sus necesidades sean cubiertas.

Si quieren seguir leyendo, adelante. Si prefieren la reseña en video, aquí se las dejo:

Suena bonito, ¿verdad? Pues sí… en teoría. En realidad, Marla es una desgraciada que funciona en una red de corrupción. Le pasa un dinero a una doctora que le pasa a las personas que van a su clínica y que podrían necesitar una ayudita… le pasa un dinero al director del asilo para que tenga a sus ancianos drogados… y, mientras tanto, como guardiana legal de los ancianos y encargada de la administración de sus bienes, pues se pone a vender, empeñar o subastar las cosas de valor de las personas a su cargo, hasta vende sus casas y abre sus cajas de seguridad en los bancos.

Un buen día, su contacto en la clínica le pasa los datos de una señora llamada Jennifer Peterson, una mujer de la tercera edad que está perfectamente sana y no necesita el apoyo de nadie. Sin embargo, Marla de todos modos la mete en un asilo, pide que la droguen para que no ande dando problemas y todos tan contentos. La cosa es que Marla no sabe que esta señora es la mamá de Roman Lunyov, un mafioso ruso con muy mal temperamento.

Cuando llegué a este punto la verdad es que me emocioné. A ver, el personaje de Marla es desagradable y odioso desde el inicio y creo que ese es el primer punto negativo del guion. Los espectadores no tienen forma de vincularse con ella. No es un Walter White con una vida de maltrato que nos lleva a comprender cuando se vuelve un desgraciado. No es la Maléfica de Disney, maltratada, ultrajada y traicionada. Es una mujer que, al decir de un voice over de inicio, cree que hay en esta vida los que abusan y los abusados y ella no quiere ser abusada. ¿Pero por qué? No sabemos. La protagonista me cayó muy mal desde el inicio y la película no está narrada para que nos caiga bien.

Por eso me emocioné, porque pensé que el mafioso ruso le iba a pasar por encima. Sí, que mal que le vayamos al mafioso ruso, pero la película ya nos dejó clarísimo que Marla es una desgraciada que rompe familias y destruye a las personas por una ganancia personal sin el menor atisbo de empatía. Cualquier intento de las personas por acusarla en la corte se topan con un juez que la ama y que se cree todo lo que ella le dice. Así que ver que se iba a enfrentar con una figura temible me hizo pensar que ésta sería una película sobre como, si eres desgraciado, tendrás tu merecido, pues siempre habrá alguien más desgraciado que tú.

¿Pero qué pasa? Pues la película se va volviendo cada vez más y más ilógica. Lo que pudo ser un mediometraje de media hora se convierte en una película de dos horas por todas las cosas convenientes que van pasando. Pero lo conveniente, aunque me molesta, no me desquicia. Me desquicia lo irreal, lo burdo, lo facilista, lo alejado del desarrollo coherente. El mafioso, que funciona fuera de la ley todo el tiempo… coño, es un mafioso, pues primero quiere convencer a Marla por las buenas, llevarla a juicio, negociar con ella, hasta robarse a su mamá del asilo usando a tres fulanos imbéciles, ineficientes, torpes. Tres personajes que son como los tres chiflados. ¡Esa no es la mafia! La mafia es sanguinaria, amenazante, hace lo que haga falta para alcanzar sus objetivos. Pero a los pistoleros de esta mafiosa un par de guardias del asilo los detienen. Ah, claro, pero no ellos solos, Marla los apoya. Porque Marla no es una cuidadora, es una maldita agente internacional.

Mientras más avanza la película, Marla es capaz de salvarse de todo, la fulana es blindada. Se salva de un accidente planeado, se salva de la explosión de su departamento, de una golpiza… Bueno, hay un encuadre que muestra que le están metiendo en el cuerpo “algo” genérico que podemos sospechar que es un somnífero y, sin embargo, la mujer no sólo se despierta, se despierta sin mareo y con la suficiente fuerza para sobrevivir a un choque, aguantar el aire como cinco minutos debajo del agua, romper la ventana de un auto que se hunde y salir nadando de un lago como si fuera lo de todos los días.

J. Blakeson, el director

Luego de eso, es capaz de deshacerse de dos de los guardias del mafioso ruso y tenderle una trampa que lo deja completamente vencido. A ella todo le sale bien, a los demás no. ¿Qué hay de los dos guaruras del mafioso a los que dejó inconscientes? Nada. ¿Por qué ella despertó tan rápido de lo que a ella le metieron al cuerpo y cuando ella usa líquidos similares sus enemigos no despiertan? No sé, un misterio. ¿Por qué la mafia desgraciada, acostumbrada a matar, no puede matarla ni a ella ni a su novia? Cuando tienen que matar a la doctora todo bien, sin problemas, cuando tienen que matar a Marla, TODO sale mal. ¿Intentaron amenazar a Marla con matar a su novia? No. Nada más intentaron matar a la novia, que de todos modos tampoco se murió. ¿Por qué no se murió? La vemos acostada en un charco de sangre debajo de su cabeza… Eso suele matarte, ¿no? Pues no. Nada más se tiene que dar una ducha, cambiarse de ropa y queda como nueva, ni a una clínica del Dr. Simi es necesario pasar.

Al final, a ella todo le cuadra para tener al mafioso bajo control, así que él, en lugar de hacerla pomada, le ofrece crear juntos un imperio de cuidado de personas de la tercera edad, una red de manipulación que reúne a millones de ancianos y convierte a Marla en una autoridad internacional en el cuidado de personas necesitadas. Se vuelve millonaria y ayuda al mafioso a hacerse todavía más rico con un negocio legal. Maldito, pero legal.

La película es una cochinada y termina todavía peor. Cuando pensamos que Marla es una chica moderna, una mujer que no se va a dejar vencer, la que logró acallar a los hombres que intentaron manipularla y asustarla… pues llega el hijo de una señora maltratada por Marla y le pega un tiro. Al final de la película ella se muere. Un mafioso desgraciado y con conexiones nunca pudo hacer nada. Pero los guionistas se acordaron, al final, que por más que sea una mujer fuerte, valiente e independiente, los “malos” de las películas deben tener su merecido, así que se lo dan de la forma más forzada y poco satisfactoria posible. La mujer indestructible termina ensangrentada en el concreto. Wow, gracias, guionistas, que bueno que pagó sus fechorías. Patrañas.

Sí, Rosamund Pike es buenísima, la odias desde el segundo uno y eso es bueno para ella (por su actuación), pero malo para la película porque nunca hay identificación con la protagonista. Eiza González está muy bien como la ex-policía que está enamorada de Marla y la sigue en todos sus negocios horribles. Y bueno, qué decir de Peter Dinklage, uno de los mejores actores de su generación. Creo que Diane Wiest está muy mal aprovechada, aunque cuando le toca pasar al frente se roba toda la película, ¡qué forma de decir tantas cosas con la mirada! Pasa de anciana buena a bruja maldita en un segundo. Las actuaciones están todas de aplaudirse.

Pero es el guion es el que es un maldito caos. Una película forzada, terrible, que promete mil cosas y no cumple ninguna. Que le aplaude a la corrupción y la manipulación de la ley para luego echarse atrás. Que nos dice que no siempre el mal tiene merecido y luego al final nos dice “ah, no, perdón, sí lo tiene, ups”. Ay, por favor, ¿quieres mostrar que hay quienes pueden manipular la ley y salirse con la suya? Adelante, hombre, pero no te quedes a medias tintas.

Ya, me voy antes de seguirme enojando. No vean este bodrio del infierno. Está para llorar y que esté en “lo más visto” de Netflix nomás me llena de dolor y desesperanza. No, no es una película que deja bien paradas a las mujeres. Insisto, los personajes femeninos bien escritos no necesitan que los hombres sean estúpidos… ¿no se dan cuenta que rodear a los personajes femeninos de hombres idiotas hace todo lo contrario a  lo que las historias sobre mujeres deberían estar haciendo? Nunca sentí a Marla en riesgo, nunca la sentí asustada, nunca la sentí HUMANA, bien podía ser un robot. Y cualquier Wall-E es más humano que ella.

Pero bueno, ¿ustedes ya la vieron? ¿Qué opinaron? Cualquier cosa, déjenme un comentario. También les pido que vayan a mi Facebook, que tengo Facebook y a mi Instagram, que tengo Instagram, están arriba, en el cabezal de este blog. Si les gustó, déjenme un like y compártanlo con su familia, amigos y hasta compañeros de trabajo.

¡Buena Suerte!

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