Como seguro saben, esta semana se estrenó Barbenheimer, con dos grandes ofertas del cine comercial por todos lados. Yo ya me las eché y les voy a dar mi punto de vista al respecto. Y como voy en orden en que las vi, empecemos por “Barbie”.
Barbie es una muñeca «con vida» que vive en «Barbieland», un mundo perfecto en donde todas las Barbies viven día a día el mismo día divino y maravilloso lleno de fiestas, bailes y amistad. Esto es hasta que, un buen día, la Barbie protagónica (Margot Robbie) empieza a tener pensamientos de muerte, además de que le sale celulitis y su pie se aplana. Asustada, va con la «Barbie Maltratada» de la ciudad, que le indica que tiene que ir al mundo real y ver qué diablos está pasando con la niña que juega con ella.
Así es que Barbie se embarca, en compañía de su Ken (Ryan Gosling), en una aventura para salvarse de las cosas «terribles» que le están pasando. Pero apenas llegando a la ciudad de Los Ángeles, se da cuenta de que las cosas no son como ella pensaba. Las mujeres no son la base de la sociedad, que es, en realidad, un patriarcado. Y mientras ella intenta que todo eso le haga sentido, Ken se pone a explorar el mundo y se da cuenta de que en el mundo real los hombres mandan y que las mujeres no son tan importantes como en Barbieland, donde él y los otros Kens son poco más que ceros a la izquierda.
Armado con esta nueva información, Ken regresa al mundo de las Barbies e impone el patriarcado, subyugando a todas las Barbies a vivir en un mundo de hombres. Ahora, Barbie junto con un par de amigas tendrán que regresar a esa tierra que antes era perfecta para vencer a los Kens y lograr que todo vuelva a la normalidad… al mismo tiempo que huyen de los directivos de Mattel (encabezados por Will Ferrell), que quieren a Barbie encerrada en una caja para ya no dar más problemas
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Lo primero que me gustó es el tipo de película. Para ser la “adaptación” de un juguete es mucho más complicada de lo que pudo ser, como sucedió con la “Película de Lego”, pero no alcanzó la película de “Playmobil”. Esta película hace muchas cosas. No sólo nos cuenta una historia, sino que juega mucho con las muñecas Barbie, sus accesorios y todo su mundo. Cuando Barbie está en el mundo de las Barbies todo sucede como si una niña estuviera jugando con ella. Además, hay al menos una Barbie por cada muñeca que ha salido al mercado a través de los años. El mundo de la Barbie es perfecto, pero, además, cada Barbie en el mundo de las Barbies representa a una o varias de «las juguetes»… Ahora que lo pienso… la Barbie maltratada representa a todas las Barbies maltratadas, pero la Barbie protagonista es el análogo a UNA sola Barbie en el mundo real… mmmhhh… Pero bueno… no pensemos mucho en ello.
Una vez que dejamos el mundo de las Barbies, la película se convierte en una crítica sobre el lugar de las mujeres y los hombres en la sociedad. Mientras Barbie descubre, muy a su pesar, que las mujeres no tienen en el mundo real el lugar que las Barbies suponen inspirar, Ken se da cuenta que los hombres tienen las posiciones más importantes en la sociedad, a diferencia de lo que sucede en Barbieland, donde ellos sólo viven (como las figuras de acción) como complemento de su Barbie. Y este es el verdadero conflicto de la película, uno que nunca vi venir. Ken regresa al mundo de las Barbies con las ideas del patriarcado bien estudiadas y convierte el lugar en un mundo de hombres donde son ahora las Barbies las que viven como complemento de sus Kens.
La película, entonces, se vuelve una crítica de la doble moral de la sociedad hacia el rol de las mujeres y la feminidad en la actualidad. Y aunque he leído y visto muchas reseñas que atacan la película por ser anti-hombres y en extremo feminista, no estoy de acuerdo. La película sí tiene obviamente una mayor inclinación hacia el mundo de la mujer (¡La protagonista es Barbie!), pero también le dice a los hombres que no tienen que ser más de lo que son, que no necesitan hacerse ni los fuertes, ni los valientes, que también pueden ser vulnerables, además de fuertes y furiosos. Ni la mujer debe estar a los pies del hombre ni el hombre a los pies de la mujer. En ese sentido, creo que la película defiende más la igualdad y, ciertamente, ataca las máscaras que la sociedad impone e los géneros.
A decir verdad, me reí mucho más de lo que me hubiera imaginado. Los chistes están increíbles, la sala completa estaba risa y risa. Pero la directora y el guionista (su esposo, Noah Baumbach) saben pasar de lo gracioso, al comentario social, a canciones, a momentos más serios y dramáticos. El tono salta de acá para allá, pero en momentos bien específicos, por lo que se sienten naturales e, incluso, necesarios.
La actuación de todos está muy bien para el tipo de película que es. Ryan Gosling cambia de personalidad como tres veces a lo largo de la película y su comedia me gusta mucho. Kate McKinnon es la misma de casi siempre, pero me cae bien, no deja de hacerme reír siempre con su mismo (o casi idéntico personaje). Margot Robbie finalmente deja de hacer el papel de loca histérica de las últimas tres o cuatro películas en donde la había visto. Ya su papel de Harley Quinn me había cansado, hasta cuando le hace de lo mismo en “Babylon”. Pero además de ellos, la película está llena de cameos graciosos, como John Cena o Dua Lipa. Ya sin contar a Michael Cera, Hellen Mirren, y Will Ferrell, que tienen momentos tremendos. La película, además, está llena de sorpresas y pequeños detalles que sólo los acérrimos fanáticos de Barbie van a poder ver.
Y ya para terminar, no puedo dejar de mencionar cómo trajeron el mundo de Barbie a la vida. Los muebles, los vehículos, las casas, la playa, las albercas, la ropa… todo es un tributo increíble al mundo de los juguetes de Barbie. Se nota que la película adora a esta muñeca y los creadores le pusieron toda la pasión posible al proyecto. En una época de cine sin historias nuevas, precuelas, secuelas y refritos, películas que le tiran a lo seguro y que nos dicen lo mismo una y otra vez, en una época de películas que creen que la nostalgia y las marcas conocidas son suficiente para llenar la sala… que nos traigan una historia que se sale del cuadrito para decir algo nuevo me pone muy contento. Sobre todo, cuando es una adaptación de una figura de acción. Pudo irse a la segura, pudo contar una historia similar a las miles de historias animadas que ya tienen a Barbie como protagonista. Pero no quisieron quedarse ahí y eso me gustó muchísimo.
Bueno, ahora si me voy. Por favor, no dejes de darle “like” si te gustó este texto. Déjame un comentario, un mensajito, una queja, dime si estás o no de acuerdo… lo que sea. Dicho todo esto no me queda más que desearte…
Buena suerte.
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