Película. El Hobbit: Un Viaje Inesperado – Peter Jackson, 2012

«El Señor de los Anillos» es considerada una de las mejores trilogías de todos los tiempos. Cada una de las tres películas fue nominada a un sinnúmero de premios por el lado de la crítica y cautivó a millones del lado de los espectadores. Tolkien encontró a un enorme grupo de nuevos fans entre los jóvenes de generaciones que no le conocían. A lo largo y ancho del mundo se aplaudió a Peter Jackson por su logro, por filmar lo que antes se había considerado imposible.  Diez años después del primer filme del «Señor de los Anillos», Jackson regresa con una «precuela» al llevar a las pantallas la adaptación de «El Hobbit», la novela del mismo Tolkien que sirve de antesala para la trilogía del anillo único. ¿Qué tal resultó la experiencia?

El Hobbit Poster

La historia comienza cuando Bilbo Bolsón (el viejo hobbit de «El Señor de los Anillos») se topa afuera de su casa con Gandalf, un misterioso mago que le ofrece vivir una aventura. El hobbit, acostumbrado a su apacible vida en La Comarca, rechaza el ofrecimiento y se encierra en su casa. Pero el mago es obstinado y hace que la aventura venga a Bilbo a pesar de que él no quiera ir hacia la aventura. En menos de lo que canta un gallo, un grupo de enanos llenan la casa de Bilbo y se preparan la más suculenta cena.

Durante la cena, Bilbo se entera que los enanos se están reuniendo para ir a liberar su antigua ciudad de la presencia de un nefasto dragón que la invadiera muchos años antes, cuando era un lugar lleno de riquezas y felicidad para sus habitantes, quizá la más grande ciudad de los enanos en la Tierra Media. Bilbo es un hobbit que no está hecho para las aventuras, o al menos eso es lo que él cree cuando le entregan el contrato a través del cual se anexa a la expedición, un documento enorme lleno de cláusulas que hablan de peligro, de fuego, de muerte. Asustado, rechaza el llamado de la aventura.

Pero al día siguiente, una vez que Gandalf y los enanos se han retirado, Bilbo se arrepiente y logra darles alcance. Por primera vez en su vida deja la seguridad de La Comarca para volverse parte de una aventura como nunca la habría imaginado. Pero haber aceptado el reto no mejora su situación, mucho menos cuando el líder de los enanos está seguro de que el hobbit no hará más que estorbar y que no podrá ayudarlos en lo mínimo sino todo lo contrario, será un estorbo constante. ¿Podrá Bilbo enfrentar las aventuras que le esperan…? ¿O terminará muerto de miedo en la esquina de una oscura caverna, como lo asegura el líder de los enanos?

Hobbit Bilbo Bolson

Cuando me enteré que «El Hobbit» venía en camino me dio mucho gusto, he sido fanático de «El Señor de los Anillos» y de las obras de Tolkien desde antes que se filmaran los tres episodios de las aventuras de Frodo Bolsón y sus compañeros de la Comunidad del Anillo. Luego me enteré que Peter Jackson sería el director (luego de que otros grandes nombres dejaran el puesto por diversas circunstancias), lo cual me dio gusto también; en primera, porque el trabajo que hizo con «El Señor de los Anillos» fue extraordinario y, en segunda, porque de ese modo podría darle a toda la saga fílmica de Tolkien una continuidad visual y de estilo.

Pero empecé a ponerme nervioso cuando me enteré que «El Hobbit» se convertiría en una trilogía. Y no sólo eso, cada una de las películas de la trilogía tendría una duración aproximada de tres horas. Me fui de espaldas. «El Señor de los Anillos» está conformado por tres novelas bastante gruesas, cada una de ellas convertida en una película de tres horas… ¿Por qué un libro que tiene una extensión mucho menor que cualquiera de aquellos puede ser convertido en tres películas de tan extensa duración? Las alarmas comenzaron a sonar en mi mente y mi idea de Peter Jackson cambió en un santiamén.

Cuando Jackson se dio a la tarea de adaptar «El Señor de los Anillos», buscó apoyo hasta debajo de las piedras. Era un hombre con ganas de contar una historia, ¿cómo? Eso ya se vería, pero la obra de Tolkien era demasiado maravillosa para dejarla sólo en el papel y en las versiones animadas. Fue de una productora a otra, cediendo en cada una un pedazo de su sueño hasta el punto de aceptar resumir la trilogía en sólo dos películas. Era un director prácticamente desconocido hasta que New Line Cinema le dio mucho dinero para filmar tres películas al mismo tiempo. Y el resto es historia. Ese tipo de cineastas me gustan, los cineastas que quieren contar una historia y mueven la tierra para lograrlo.

Pero el Jackson de «El Hobbit» no es ese. El Jackson de esta película es un hombre que ya sabe cómo contar esta historia y fuerza un pequeño libro en tres películas. El hombre que con la cabeza gacha aceptó en un momento convertir tres grandes obras de la literatura en sólo dos películas, hoy acepta extender de manera sintética una pequeña novela en tres películas enormes… ¿para darle gusto a la herencia de Tolkien? No. ¿Para darle gusto a los fans del «Señor de los Anillos»? Tampoco. ¿Para hacer una adaptación justa de la novela? Menos. La respuesta correcta es: para sacarle a una sola novela tanto dinero como se pueda. «El Señor de los Anillos» demostró ser la gallina de los huevos de oro y ahora que la gallina terminó, quieren hacer otra. Y lo peor es que les salió perfectamente el plan, pues la primera parte de la apócrifa trilogía de «El Hobbit» se ha convertido en una de las películas más taquilleras de todos los tiempos.

Hobbit - Peter Jackson
Peter Jackson, el director

Ahora, luego de mi enorme decepción con Peter Jackson y con las intenciones del filme, es tiempo de meterme en el contenido de la película como tal. Y en este sentido, el filme está precioso, volver a la Tierra Media es toda una experiencia, mirar de nuevo los caminos y las chimeneas de La Comarca fue un enorme placer. Pero además, Jackson no nos llevó de la mano a este mundo de vuelta, sino que logró hacerlo enchufar perfectamente con su anterior trilogía de Tolkien. «El Hobbit» comienza en el mismo lugar en donde comenzó «La Comunidad del Anillo» hace once años.

Los efectos especiales están espectaculares, aunque eso ya no es sorprendente en nuestros días como lo fue en tiempos de su primera trilogía en 2001, 2002 y 2003, ya cualquier película de mediano presupuesto puede entregarnos imágenes maravillosas. Y aquí es el primer lugar donde «El Hobbit» tropieza. Las películas actuales, tan llenas de efectos realistas e imágenes tridimensionales, más cuadros por segundo y altas definiciones, necesitan más para atrapar a las audiencias, necesitan de una buena hisotria. «El Hobbit» es una historia sencilla que lejos está de sus predecesoras (o sucesoras, depende cómo se vea). Pero mucho peor, es una historia sencilla convertida en una laaaarga historia, lo que lleva a que mucho de lo que podía contarse en cinco minutos se cuente en cuarenta, hay secuencias que se sienten enormes, que siguen y siguen y siguen cuando el filme claramente ya debió pasar a otra cosa. ¡Y apenas es la primera película!

Porque, además de todo, se nota que «El Hobbit» tiene un público muy diferente al de «El Señor de los Anillos». La primera trilogía tenía toques de humor, pero no eran chistes constantes y mucho menos eran reacciones que uno esperaría más de Jar Jar Binks que de un filme basado en una novela de Tolkien. Constantes one-liners, villanos que asustan tanto como un plátano solo en el frutero, situaciones repetitivas hasta el cansancio, diálogos que se extienden por una eternidad, punch-lines en momentos innecesarios… Hasta Saruman, el más brillante de los magos de la Tierra Media, es tratado como un abuelito necio durante una secuencia importante. ¿Dónde está ese Saruman ante quien Gandalf agachaba la cabeza? En esta película Saruman habla y habla mientras nadie lo escucha.

Hobbit Gandalf

Y luego está la música. Mismo director, mismo músico (Howard Shore) y, sin embargo, la cosa no funciona. Creo que la banda sonora de «El Hobbit» es un microcosmos de lo que le falla a toda la película: es lo mismo pero deslavado. Las piezas de orquestación completa suenan a que quieren ser «El Señor de los Anillos» pero no pueden serlo, no alcanzan. Las pocas melodías maravillosas son aquellas que repiten, nota por nota, lo que ya habíamos escuchado en la primera trilogía, rodeadas de nada, de instrumentos que van de aquí para allá. No encontré en las horas y horas de música de esta película nada que valiera la pena, ni siquiera nada que construyera sobre terreno previo (como lo lograron las bandas sonoras de «El Caballero de la Noche» luego de la de «Batman Inicia» o la de «En el Fin del Mundo» luego de la de «La Maldición del Perla Negra).

Los personajes que ya habían aparecido en «El Señor de los Anillos» son representados por los mismos actores, que se esfuerzan con todo para sacar adelante el filme. Los nuevos personajes son divertidos y llamativos, con actores que se entregan de corazón por la historia. Pero ya ni Gollum resulta una novedad y «El Hobbit» termina perdiéndose entre las gordas y altísimas sombras de «El Señor de los Anillos», sin las que no sería, creo yo, absolutamente nada.

Cierro diciendo que, a pesar de mi oscura y amarga crítica, la primera parte de «El Hobbit» es entretenida y tiene momentos muy simpáticos, divierte mucho y seguro tiene algo para los más pequeños (a diferencia de «El Señor de los Anillos»). La recomiendo para aquellos que son fanáticos de Tolkien y aquellos que disfrutaron de «El Señor de los Anillos», pero es importante que sepan que está muy por detrás de aquellas.

¡Buena Suerte!

El Hobbit Caminando

 

 

2 respuestas a “Película. El Hobbit: Un Viaje Inesperado – Peter Jackson, 2012

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  1. Todo en tu blog, son críticas berrinchudas, nada logra satisfacer tus altos estándares. Sólo disfrutálo, con calma.

  2. Lorenzho:

    Muchas gracias por dejar tu comentario. ¿Mis altos estándares? Bueno, yo los llamaría estándares básicos en cuanto a la construcción de la historia… aunque si una historia de dos horas tiene que ser inflada para ocupar nueve con la única intención de ganar mucho dinero contra el respeto al contenido de la historia (adaptado o no), ciertamente será difícil que alcance dichos estándares.

    Empero, te invito a leer más textos de este blog, verás que hay un montón de películas que satisficieron mis estándares y que más que berrinchudo soy honesto. ¿Las disfruto? Claro, yo difícilmente me aburro en el cine, y tengo la idea que el 99.99% de las películas hasta hoy filmadas son entretenidas de un modo o de otro. Pero no escribo en un blog de cine nada más para aplaudirle a cada filme que he visto, menos cuando te das cuenta de que tiene fallas que pueden llegar, en el peor de los casos, a hacerla mala película (aunque siga siendo entretenida como espectáculo o distracción para pasar el rato). Yo no voy al cine buscando sólo estos dos objetivos.

    Gracias por tu mensaje. Y síguete paseando por los otros textos del blog…

    Un abrazo,
    Enrique.

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